Horas muertas que te persiguen en domingo para toparte con la casualidad,
también conocida como destino. Y entonces piensas en que tú nunca quisiste ser de nadie. Suena a quimera, aquello de pertenecer al viento, pero tiene ese aire melódico que tanto te gusta. Te recuerda a cuando le miras, clavas tus ojos con brusquedad en sus pupilas y jugáis al cíclope. Te recuerda a los domingos donde vosotros erais los que matabais las horas.
1 comentario:
WOW. Me ha encantado chica, escribes genial. La imagen es perfecta. Pasaré por aquí seguido al parecer :)
Publicar un comentario
ESTUPIDECES CONTAGIOSAS